Por qué elegir la dieta Keto: la guía Kanalla para mandar los carbohidratos a paseo
Por qué elegir la dieta Keto: la guía Kanalla para mandar los carbohidratos a paseo Introducción: ¿Otra dieta más? Seguro que lo has pensado: “¿Otra dieta de moda? Ya me timaron con la detox de zumos verdes, con la de la piña y hasta con batidos que sabían a yeso”. Pues no, colega. La dieta cetogénica (o keto, que suena más molón) no es un invento de Instagram. Es un cambio de chip brutal para tu cuerpo y tu cabeza. Y sí, hay ciencia detrás, no solo fotos de influencers con abdominales pintados. La keto consiste en recortar los carbohidratos (sí, el pan, la pasta y esa napolitana mañanera que te sonríe desde la vitrina) y darle caña a las grasas saludables. El resultado: tu cuerpo cambia de gasolina. Deja de tirar de glucosa barata y empieza a funcionar con grasas como combustible premium. Vamos, que aprendes a quemar la reserva que llevas en la tripa. ¿Por qué la keto es diferente a las demás dietas? 1. Porque no vas a vivir con hambre ¿Has probado esas dietas de pollo hervido y lechuga? Aguantas tres días y acabas comiéndote hasta los palitos de pan del restaurante. Con la keto, las grasas y proteínas te dejan saciado de verdad. Comer aguacate con huevos y bacon no es precisamente una tortura. 2. Porque el enemigo real es el azúcar La movida no es la grasa. Es el azúcar y los carbohidratos refinados. Cada vez que te zampas una galletita, tu glucosa sube como cohete y tu cuerpo guarda grasa como si se acabara el mundo. Con keto, le cortas el rollo a esos picos y te estabilizas: menos hambre, menos antojos, menos montañas rusas de energía. 3. Porque no es postureo, es ciencia La cetosis (ese estado al que entras con keto) no es magia negra: es biología humana de serie. El cuerpo produce cetonas, y con ellas funciona más estable, con más energía y hasta con mejor foco mental. Literalmente, tu cerebro va con gasolina de alto octanaje. 4. Porque se adapta a ti No importa si eres de los que solo quieren perder la barriga cervecera o de los que buscan rendimiento deportivo. La keto es flexible: puedes hacerla más light (low carb), más estricta, cíclica, vegetariana… hasta tienes menús pensados para no complicarte. Beneficios de elegir keto (sin maquillaje) Mitos sobre la keto (y cómo mandarlos a la mierda) Qué se come en keto (y qué mandar al exilio) Sí a: No a: Keto + ayuno intermitente: combo ganador Si a la keto le sumas el ayuno intermitente, el efecto se multiplica. El ayuno acelera la entrada en cetosis y ayuda a controlar todavía más la insulina. No hace falta que te conviertas en monje tibetano: basta con retrasar el desayuno o cenar antes y dejar más horas de descanso al cuerpo. Resultado: tu metabolismo va fino como un Ferrari recién salido del taller. Keto en la vida real: ejemplos callejeros Pero ojo: no es para todo el mundo No me voy a poner en plan vendehumos. La keto no es para todos. Si tienes problemas hepáticos, renales o estás embarazada, necesitas supervisión médica. Y siempre, siempre, antes de lanzarte a lo loco, consulta a tu médico o nutricionista. Consejos prácticos para empezar sin cagarla Conclusión Kanalla La keto no es la típica dieta de moda que dura lo que un chicle. Es una manera de darle la vuelta a tu metabolismo, de dejar de ser esclavo del azúcar y de recuperar el control de tu cuerpo. No vas a ser el más cuadrado del cementerio, pero sí alguien que come mejor, vive mejor y se siente con más energía. 👉 Esto no es consejo médico. Cada cuerpo es un mundo, así que contrasta con tu médico o nutricionista antes de hacer locuras.